El calor y las altas temperaturas pueden ser muy peligrosos para la salud de los trabajadores, especialmente en ámbitos laborales donde se desempeñan actividades físicas.
La insolación es una de las consecuencias más graves del exceso de calor, y puede causar síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga, sed y deshidratación. En casos graves, puede provocar convulsiones y pérdida del conocimiento.
Para proteger a sus trabajadores del calor y prevenir la insolación, es importante que la empresa adopte medidas adecuadas. Algunos consejos que pueden ayudar son:
- Ofrecer bebidas frescas y abundantes: es importante que los trabajadores tengan acceso a agua y otros líquidos frescos en todo momento.
- Proporcionar ropa adecuada: es importante que los trabajadores utilicen ropa ligera, transpirable y de colores claros, que permita que el cuerpo se mantenga fresco.
- Proteger del sol: es importante que los trabajadores tengan acceso a zonas sombreadas donde puedan descansar y refrescarse.
- Establecer pausas: es importante que los trabajadores tengan períodos regulares de descanso en zonas frescas y sombreadas.
- Adoptar medidas preventivas: es importante que la empresa adopte medidas preventivas, como capacitar a los trabajadores sobre cómo protegerse del calor y cómo identificar los síntomas de la insolación.
Es importante que la empresa cuente con el correcto asesoramiento y con cobertura de una ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajo) para proteger al trabajador y al patrimonio de la empresa.